Inés Susaeta realiza piezas que contienen piedras con texturas y matices únicos, trabajadas por la perfección imperfecta de la propia naturaleza.
Los acantildos de nuestras costas nos proporcionan la materia prima e inspiración de nuestras joyas. Acantilados que, a merced de la salvaje erosión entre el viento y el mar, ofrecen un mundo de formas y texturas exclusivas, convirtiéndose en nuestro taller y lugar de trabajo.
Es aquí donde Inés selecciona una a una las piedras y texturas especiales reivindicando la particularidad del lugar original de cada una de ellas.